CAPOTAZO LARGO

Hipócritas en la oposición

martes, 26 de marzo de 2024 · 06:47

A algunos partidos políticos que ahora ya no gobiernan les preocupan temas que no les preocupaban cuando ellos gobernaban. Un ejemplo es Compromís en Valencia, que ha mostrado su inquietud por el funcionamiento del llamado Palco Infantil de la plaza de toros durante la pasada Feria de Fallas.

El Palco Infantil está destinado a menores de 16 años para acceder de forma gratuita a los festejos taurinos acompañados de un profesional, torero, subalterno o ganadero, un veterinario y un delegado gubernativo. Está organizado por un grupo de entusiastas unidos por su pasión por el toro denominado Bou Fora, con el apoyo de la empresa Espacios Nautalia 360 y la colaboración de la Fundación Satine y de la Diputación de Valencia.

Esta actividad comenzó a llevarse a cabo hace seis años, y su aceptación y éxito ha ido en aumento feria a feria. La pretensión es explicarles a los más jóvenes el funcionamiento de la lidia, su reglamento y sus particularidades, que conozcan las dependencias del coso y la crianza del toro bravo. A nadie se le obliga a ir y a nadie se le impone que acabe gustándole; simplemente que sepan la raíz y las razones del tema.

Compromís ha gobernado en Valencia durante los últimos ocho años gracias al llamado Pacto del Botánico, suscrito en 2015 con el Partido Socialista valenciano con el apoyo de Podemos, un acuerdo que fue renovado tras las elecciones de 2019. Es decir, que el Palco Infantil se gestó, vio la luz y se consolidó con ellos en el poder. Sin embargo, es ahora, el primer año que están en la oposición, cuando muestran su alarma por la celebración de una actividad de libre concurrencia. A riesgo de que me tilden de malpensado, esto parece pura hipocresía.

Y es que la formación nacionalista ha solicitado al Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo de la Comunidad Valenciana) que abra una investigación que justifique que la función del Palco respeta lo establecido en la Ley, porque considera que el gobierno del PP en la Diputación “atenta contra los derechos de la infancia, cuando debería adecuar las actividades a la promoción de la cultura para todos los públicos”, y afirma que “del mismo modo que no se permite la entrada de menores al Casino o al Salón del Porno, no se entiende que se promueva su presencia en espectáculos taurinos”.

Digo yo que hay actividades culturales para todos los gustos, y que no desdeñar ninguna es un ejercicio de respeto a la democracia. No hace falta recordar que la Tauromaquia corresponde al Ministerio de Cultura y está protegida por la Ley y la Constitución. Compararla con el porno y dictar que es perjudicial para el desarrollo mental de las personas sólo es un ejercicio sectario que insulta a todos cuantos fueron y somos aficionados a los toros, entre ellos muchos intelectuales ideológicamente de izquierdas.

Compromís parece olvidar que el último Pleno de la Diputación rechazó la retirada de este Palco Infantil por mayoría después de una votación libre, algo que debe acatar un partido que presume de democrático, no de totalitario. Cabe recordar que bajo su gobierno se prohibieron los toros embolados en las pedanías de Valencia y, entonces, tal dictamen fue acatado por quienes no estaban de acuerdo.

Poder elegir si se quiere ir a los toros es un derecho. Respetarlo es una obligación. Todo lo demás es cosa de escribas y fariseos, de tiranos autoritarios que se creen seres superiores en posesión de la verdad absoluta y que desdeñan al prójimo que no opina como ellos.

 

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