Pasmo por El Pasmo

Aunque el festejo estaba anunciado para el día 24 de marzo, la lluvia obligó a su aplazamiento, celebrándose finalmente dos días más tarde, es decir, el 26 de marzo de 1913. En aquella función hizo su presentación en Madrid Juan Belmonte, que llegaba precedido por sus recientes grandes triunfos en Valencia, Toulouse, Barcelona y Bilbao. Alternó, mano a mano, con Francisco Posada en la lidia de novillos de Santa Coloma, si bien en su segundo turno, Belmonte se las vio con un utrero de Olea al haber sido desechado el titular. Sus maneras, su arrojo y su personalidad entusiasmaron al público madrileño que al finalizar la función le paseó en hombros.

En Sevilla, su familia iba recibiendo telegramas a cada toro, tranquilizando a sus parientes y amigos con el resultado de la novillada, pues antes ya les había comunicado que le sacarían en hombros o en camilla. Esa noche hubo gran fiesta en su casa y en las calles de la ciudad hispalense numerosas peleas entre sus partidarios y los de los Gallo. El toreo era pasión.